22 feb 2009

Riego

El riego es un tema fundamental en el cultivo del bonsái ya que es el alimento principal de este.
El agua con que regamos nuestros árboles debe ser lo mas pura posible, lo ideal seria usar agua de lluvia, pero eso la mayor parte de las veces resulta imposible.
El riego debe tener su justa medida, ya que tan malo puede ser el exceso como el defecto, si lo regamos poco, no solo dejamos de aportar nutrientes al árbol, sino que además, al secarse el sustrato, también se secan las raicillas de nuestro Bonsái, sobre todo las mas finas, que son las que realmente cumplen la función de alimentarlo. Esto provoca que se rompan, y el árbol muere.
Pero también el exceso es muy perjudicial, ya que hace que se pudran esas mismas raíces, matando también a nuestro árbol. Es por esto que no debemos sumergir el bonsái en agua, ni dejar puesto un plato o una bandeja debajo.
La forma correcta de regar es en primer lugar, hacerlo cuando nos lo pide el arbolito, y su forma de decirlo es cuando se seca la superficie del sustrato. Entonces tenemos que regar a ser posible con una regadera de agujeros finos, mojando poco a poco el sustrato, hasta que sale el agua por el agujero de drenaje de la maceta. Esperamos un poco, o aprovechamos para regar otro, y volvemos a repetir la operación.
Es muy importante, que el agua que sale por el agujero, no quede estancada debajo de la maceta.En cuanto a la pulverización de las hojas, hay especies que lo toleran mejor que otras. Hay algunas que les estropea las hojas, por lo que lo mejor es que os informéis de vuestra especie, y obréis en consecuencia.

21 feb 2009

Mis Bonsais

Queda mucho trabajo por hacer,
pero ya voy obteniendo algunos resultados...


OLIVO (olea europea)



JUNIPERUS (juniperus precumbens nana)

Tomando nota

No todo se reduce a la tecnica;

Volvamos a la realidad. El bonsái es un arte extraño con el que se pueden crear sensaciones de realidad y naturaleza por medio de la manipulación, durante un largo período de tiempo, de árboles, piedras, rocas y macetas. Cada bonsái es un original del que no existe copia, su creación jamás podrá darse por acabada y siempre se deberá seguir adelante. El arte del bonsái no puede enseñarse del todo a través de técnicas exactas, como sucede, por ejemplo, con el ikebana, que es el arte de la composición floral. Esto se debe, ante todo, a la necesidad de proteger la vida de la planta.
Limitar el bonsái a una determinada técnica o estilo, significa ignorar la fisiología de las plantas. Si se intenta forzarlas bajo un esquema determinado, sin considerar su propia naturaleza, pueden llegar a morir. Esto se debe a que la fisiología de las plantas es limitada y deben conocerse estos límites y tenerlos presentes cuando se trata de crear un bonsái. Aparte de algunos árboles salvajes, pienso que los bonsáis son los seres vivientes más viejos, lo que significa que hay que ayudarlos a vivir cuidándolos con amor y compartiendo con ellos las alegrías y las penas. Se dice que la vida de un cerezo salvaje, en la naturaleza, es de unos 120 años, pero no es extraño ver ejemplares de bonsái de esta especie aún más viejos. Es un sentimiento religioso que se demuestra cuidando y amando a un bonsái que es mucho más viejo que nosotros mismos.
Quienes, hoy en día, están interesados por el arte del bonsái, han estudiado de un modo u otro bajo la guía de algún buen maestro y han aprendido las técnicas para crear un Chokkan (forma vertical), un Moyogi (forma pseudovertical), un Shakan (forma inclinada) y un Kengai (forma en cascada); pero, al llegar al nivel del Nejikan (tronco retorcido) o al sistema para forzar el aparato radical o las ramificaciones, se dan cuenta de que no todo sucede como habían pensado. A pesar de llevar trabajando con bonsáis casi 60 años, debo superar problemas casi cotidianos relacionados con los abonos, el tipo de tierra, el riego, las piedras o las rocas o para sujetar las ramificaciones. Jamás ha existido un método rápido para tomar importantes decisiones, y a menudo se requieren muchos años para llegar a una solución satisfactoria.

18 feb 2009

Los errores mas frecuentes

A continuacion detallo los errores mas frecuentes, a los cuales se deben muchos problemas y en los que debemos tener especial cuidado:

1 REGAR EN EXCESO
2 TRATAMIENTO INADECUADO DE LAS ENFERMEDADES
3 FALTA DE LUZ
4 REGAR POCO / RIEGO ABUNDANTE
5 TRANSPLANTE DEMASIADO FRECUENTE
6 EXCESO DE PROTECCIÓN
7 MEZCLA DE SUELOS INADECUADOS
8 EXCESO DE ABONO
9 VACACIONES o CAMBIOS DE SITUACIÓN CONTÍNUOS
10 TEMPERATURA

Sembrar musgo

Conviene seguir los siguientes pasos:

1º. Arrancar el musgo (el mas apropiado es el aterciopelado) donde crezca espontáneamente y procurar no sacar la capa de musgo con poca tierra.

2º. Guardar el musgo a la sombra un par de días hasta que se seque.

3º. Desmenuzar el musgo y cribarlo.

4º. Mezclar el musgo con tierra fina en una proporción del 50%.

5º. Esparcir una capa fina de la mezcla sobre la superficie del suelo del bonsai y compactar.

6º. Humedecer con un pulverizador. Repetir el proceso dos o tres veces al día durante una semana. En este tiempo, el musgo empieza a reverdecer.